Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová, en la tierra de los vivientes. Salmo 27:13
Dios es bueno. Cuánto más conozcamos la bondad de Dios, más confiaremos en Él. Cuanto más confiemos en Dios, más fácil será poner nuestra vida en sus manos.
Solo si ponemos nuestra vida en las manos de Dios podremos abrirle el camino para que nos salve, nos bendiga y nos use como sus instrumentos, para que su maravillosa voluntad sea hecha en la tierra, como lo es en el cielo. No demos por sentado que Dios es bueno, sino realmente depositemos TODO nuestro ser en sus manos.
Una vez que nuestro corazón conozca la bondad de Dios, confiaremos plenamente en que Él nunca nos causará daño, nunca nos abandonará ni nos desilusionará. Siempre y cuando le sigamos, Él estará siempre a nuestro lado: amándonos, ayudándonos y bendiciéndonos.
Bendiciones