A la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro. 1 corintios 1:2
Vivir en santidad significa, hacer las cosas que Dios quiere. Dejar a un lado el pecado, todo aquello que no nos edifica; y aprender día a día a vivir bajo el control del Espíritu Santo.
Cuando le permitimos al Señor que nos santifique; disfrutaremos de la protección de nuestro Padre Dios, vivimos en libertad y en paz. La santidad la alcanzamos por medio de Cristo Jesús y que su carácter sea formado en nosotros.
Ser santificados, no es sinónimo de perfección, sino de crecimiento: Yo menguo para que Cristo crezca en mi.
Que el Señor Dios te bendiga mucho!
Karla Ureña