¡Tengan cuidado! advirtió a la gente-. Absténganse de toda avaricia; la vida de una persona no depende de la abundancia de sus bienes Lucas 12:15

Al principio de siglo el residente promedio de los Estados Unidos deseaba tener setenta y dos cosas diferentes y consideraba esenciales un centenar.
Nuestra obsesión por las cosas materiales tiene un alto precio. El ochenta por ciento de nosotros debe lidiar con la presión de las cuentas no pagadas.

Invertimos el diez por ciento de nuestros ingresos disponibles tratando de controlar las deudas. Pero, ¿acaso alguien puede? Ya nuestra unidad de medida no son los vecinos sino las estrellas de la pantalla grande o las portadas de las revistas. Los diamantes de las divas de Hollywood hacen lucir los suyos como juguetes sacados de una expendedora de goma de mascar. ¿Quién satisfaría a Madison Avenue? Nadie. Es por eso que Jesús advierte: Absténganse de toda avaricia; la vida de una persona no depende de la abundancia de sus bienes (Lucas 12:15, NVI).

Escrito por Max Lucado